El silicio es un elemento esencial para mejorar la productividad y sostenibilidad de los cultivos. A pesar de ser un mineral poco mencionado, su impacto en la salud del suelo y las plantas es significativo. Aquí te contamos 15 razones por las que el silicio es clave en la agricultura.
El silicio mejora la capacidad de las plantas para almacenar y distribuir carbohidratos, fortaleciendo su crecimiento y producción. Además, ayuda a resistir enfermedades, ataques de plagas y condiciones climáticas adversas.
Los cultivos extraen entre 40 y 300 kg de silicio por hectárea al año dependiendo de cada especie vegetal, lo que reduce la fertilidad del suelo. La aplicación de fertilizantes ricos en silicio ayuda a regenerar y optimizar la disponibilidad de nutrientes.
El silicio mejora la retención de agua en el suelo entre un 30% y 100%, reduciendo la compactación y fortaleciendo su estructura contra la erosión del viento y la lluvia.
Permite a las plantas optimizar el uso del agua de riego hasta un 40%, reduciendo la evapotranspiración y aumentando la resistencia al estrés hídrico.
El silicio neutraliza la toxicidad del aluminio de manera más eficiente que la cal, evitando la fijación del fósforo y mejorando la absorción de nutrientes esenciales.
Las plantas pueden absorber entre un 40% y 60% más fósforo cuando el suelo tiene un adecuado contenido de silicio, lo que mejora su crecimiento.
Favorece la presencia de bacterias y hongos simbióticos, como micorrizas, que ayudan a mejorar la nutrición y defensa de las plantas.
Evita la pérdida de fósforo, nitrógeno y potasio, asegurando que los cultivos aprovechen mejor los fertilizantes aplicados.
Ayuda a las plantas a tolerar suelos con altos niveles de sodio, reduciendo el estrés salino y mejorando su crecimiento.
El silicio forma una barrera protectora en la epidermis de las plantas, aumentando su resistencia contra el ataque de hongos e insectos, reduciendo en forma significativa la necesidad de pesticidas químicos.
Neutraliza la toxicidad de metales pesados y restos de hidrocarburos, permitiendo la recuperación de suelos contaminados.
Al mezclarse con estiércol o compost, el silicio reduce contaminantes y mejora la disponibilidad de nutrientes.
Tiene un efecto sinérgico con calcio, magnesio, hierro, zinc y molibdeno, mejorando la nutrición de los cultivos.
Promueve la generación de tejidos vegetales más consistentes, y aumenta el número y tamaño de tricomas, estructuras especializadas que protegen las hojas y tallos de insectos y enfermedades.
El uso de fertilizantes ricos en silicio se ha convertido en una necesidad en la agricultura moderna, promoviendo un crecimiento saludable y sostenible de los cultivos.
Conclusión:
El silicio es un mineral clave para fortalecer cultivos, regenerar suelos y aumentar la rentabilidad agrícola. Su uso en los programas de fertilización es una solución innovadora para la agricultura sostenible.
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